Montjuïc no logra empujar al equipo

El Espanyol rompió hace una semana una racha de catorce jornadas consecutivas sin ganar, pero ayer no pudo dar continuidad al importante triunfo cosechado en el Camp Nou y sigue sin cantar victoria en Montjuïc. La afición respondió como se esperaba. La mejor entrada de la temporada, pero su multitudinario e incondicional apoyo no sirvió para evitar el octavo tropiezo seguido en casa. El Real Madrid hizo lo justo para llevarse los tres puntos y apuntillar a un equipo que está dilapidando sus opciones de salvación precisamente donde debía cimentarlas.

Desde que se hizo cargo del equipo, Mauricio Pochettino ha reiterado la necesidad de mostrarse fuertes en el Estadi Olímpic como base para concretar la remontada. El hispano-argentino ha logrado recuperar la comunión entre la grada y el equipo, pero su esfuerzo y el de sus futbolistas no ha sido suficiente para dar una alegría a una afición concienciada de la necesidad de remar todos juntos. La mejora en el juego no se ve refrendada por esa ansiada victoria que catapulte al equipo en la clasificación. Y el futuro vuelve a estar pendiente de que los rivales directos fallen esta tarde.

El Espanyol sólo ha sido capaz de sumar tres de los últimos 24 puntos que se han dirimido en Montjuïc. Un registro paupérrimo que acerca un poco más el fantasma de la Segunda División. Los blanquiazules no cantan victoria ante su afición desde el pasado 2 de noviembre, cuando derrotaron a Osasuna con un solitario tanto de Raúl Tamudo, desde entonces, dos derrotas con Bartolomé Márquez -Numancia (3-4) y Sporting (0-1)-, una derrota y un empate con Mané -Atlético (2-3) y Almería (2-2)- y dos empates y dos derrotas desde la llegada de Pochettino -Valladolid (1-1), Recreativo (1-1), Sevilla (0-2) y Real Madrid (0-2).

Es la peor racha desde la temporada 88-89. Aquel año, con Javier Clemente, se encadenaron diez partidos sin ganar en Sarrià, en las que el equipo sumó seis derrotas y cuatro empates. El resultado fue el descenso a Segunda División. Por el banquillo pasaron también Mauri y Longhi como puente de García Andoain. Otro paralelismo peligroso con el actual campeonato.